Cuando tu voz suavemente me clamaba abrir la puerta...

Intento abrir la contrapuerta que

no puede abrirse o que esta prohibido,

trato de encontrar la manera de atravesar

ese espacio físico que nos separa a

gran distancia.

El primer intento es en vano;

corro lentamente para llegar al bloqueo

y me dejo caer paulatinamente al suelo

rendido a sus pies.

Segundo intento y todavía me veo perdido,

porque no puedo escuchar su voz

al otro lado,

pienso que dejas de luchar por mi...

Que en esto solo estoy y no cuento contigo.

El tercer intento es consolador,

mi subconsciente actúa por mi propio yo,

al otro lado de la puerta te levantas

y otra vez siento que estas a mi lado.

Atravieso la puerta gigantesca que nos separa

milagrosamente....

Estabas todavía ahí, sin aliento,

con inmensas ganas de abrazarme y hacerme tuyo.

Luego de tantos intentos, estoy exhausto;

y ya no dejo que te alejes de mi.

Para estar juntos siempre.